Echando de menos a mi báscula

Por fin las navidades llegan a su fin. Creo que nunca en mi vida me había alegrado tanto de volver a la rutina, pero realmente estas fiestas me están matando.
Hecho tanto de menos ayunar que ni siquiera puedo respirar. La ansiedad me mata todo los días y cada vez me veo más gorda. Tengo esa estúpida sensación de llenazo metida en la cabeza y solo quiero vomitar una y otra vez.
Estas fiestas han sido sin duda las peores que he pasado. No paro de discutir con mis padres, no me puedo pesar y tampoco puedo usar a mía porque estoy continuamente vigilada.
En resumen: mi vida es una mierda.
Pero ya se sabe que todo puede siempre ir a peor. Dentro de poco me darán los analisis de sangre que mis padres me obligaron a hacerme, y les tengo terror. Puede que den que tengo una anemia espantosa y me obliguen a engordar o puede que den normal lo que significará que ya he engordado. No me hace gracia ninguna de las dos.
Lo que más me molesta es no saber exactamente cuanto peso; mis padres me quitaron la báscula hace dos meses y desde entonces tengo que ir a la farmacia. La última vez que fui pesaba 43,3 (segunda meta alcanzada *O*) y hoy pensaba bajar otra vez, pero ha empezado a nevar.
La báscula es la única que me da seguridad, porque ya no me puedo fiar de mi misma. Supongo que será verdad eso de que nuestra percepción nos hace vernos mal, yo siempre me veo igual.
Y bueno, tenía ganas de contarle esto a alguien. A los que me leeis, gracias por todos los comentarios, de verdad que me sirven de consuelo y me animan mucho. Siento aburriros con mis chorradas U.U